NUEVA YORK, Estados Unidos.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, abrió hoy la Asamblea General de Naciones Unidas con duras críticas a la política monetaria expansionista de países desarrollados, porque asegura que encarece la moneda de las naciones emergentes y afecta su competitividad.

Rousseff dijo que, en ese contexto, las medidas de defensa comercial adoptadas por los países en desarrollo como Brasil no pueden ser consideradas como proteccionistas.

La mandataria condenó la pérdida de vidas en el conflicto en Siria y señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU debe ser "urgentemente reformado". Brasil tiene la aspiración de convertirse en miembro permanente de ese cuerpo multilateral.

Antes que ella habló el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien esbozó un panorama preocupante sobre la situación del mundo.

"Tengo que hacer sonar las alarmas sobre el rumbo que hemos tomado como familia internacional", dijo hoy Ban al inicio del debate general de la asamblea plenaria. "Veo gobierno que gastan ingentes cantidades de dinero en armas en lugar de invertirlo en su pueblo", añadió.

Las personas esperan respuestas de Naciones Unidas. "Los pueblos quieren que les demos resultados. Ahora, no en algún momento más adelante", señaló. (DPA-Reuters)